George Springer, el jugador más valioso de la Serie Mundial, instaló el trofeo de los Astros en la parte frontal de un camión de bomberos mientras daba inicio el festejo por el primer título del Clásico de Otoño en la historia del equipo.
El centro de Houston se tiñó de naranja y azul mientras miles de personas se congregaron para aplaudir al equipo y corear: "Vamos, Astros”. Por otro lado, algunos seguidores tenían una mejor vista de la explanada desde los pisos superiores de los edificios.
"Esto es sorprendente y grandioso. Todo el mundo sonríe. Hemos estado emocionados todo el día", declaró el gerente general Jeff Luhnow desde la parte más alta de una carroza que portaba una gigantesca pelota de béisbol.
Varios jugadores de los Astros y el manager A.J. Hinch saludaron a los fanáticos desde la parte superior de un autobús. Algunos aficionados arrojaron gorras y camisetas en dirección de los peloteros, quienes autografiaban los artículos antes de regresarlos.
Además, el distrito escolar de Houston canceló las clases el viernes, para que los estudiantes, sus padres y empleados pudieran acudir a los festejos.
Una grabación de los festejos que se hizo viral en redes sociales fue cuando una aficionada dejó caer su gorra de los Astros en un edificio y otros fanáticos que abarrotaron el inmueble la fueron subiendo poco a poco para regresarsela.