Los Lakers sin Anthony Davis son la Mona Lisa sin su sonrisa, una pieza de arte mal lograda a la que faltó una última pincelada de genialidad. LeBron James luce desgastado y sumamente urgido de la ayuda de su fiel secuaz para afrontar el Juego 6 de los Playoffs en el que no hay mañana para el equipo de Los Ángeles ante unos Phoenix Suns encendidos.
LeBron tiene una asombrosa marca de 14-10 cuando enfrenta la eliminación, con promedio de 33.7 puntos por partido, 10.8 rebotes y 7.5 asistencias. Cifras que muestran por qué es considerado uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, por lo que por más que ‘El Rey’ parezca estar en jaque, nunca debe de subestimarse.
Además, los 33.7 puntos por partido de LeBron son la más alta cifra en la historia de la NBA por un jugador que enfrenta la eliminación con más de cinco juegos de este tipo, siendo que Jordan promedió 31.3 y Wilt Chamberlain tuvo un promedio de 31.1. Lo que ayuda a entender un poco más lo poderoso que es James en situaciones de riesgo.
Pero con 36 años a cuestas y una temporada diezmado por lesiones, LJ23 tiene a su mayor enemigo frente al espejo, pues su bajo nivel mostrado en los Playoffs sumado a la incertidumbre sobre si jugará ‘La Ceja’, parecen jugarle en contra al Rey y sus Lakers. En contraste, los Suns están a un solo triunfo de jugar Semifinales de conferencia por primera vez desde 2010.