Agustín Marchesín se despidió del americanismo. El arquero reconoció que el dejar a las Águilas ha sido una de las decisiones más complicadas, por lo que aseguró que pese a dejar tres títulos en el club, aún está en deuda con ellos.
“Por un lado felicidad de saber en dónde voy a jugar. Para todo jugador es un sueño que uno cumple y tristeza por dejar un lugar donde fui tan feliz.
“El haber sido la mayor bendición, uno sabe que le debe mucho. Ni los tres campeonatos alcanzan a devolver lo mucho que me han dado. Uno siempre está en deuda con el club que me dio todo y me devolvió a la Selección”, indicó el arquero en conferencia.
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El arquero sudamericano recordó que llegó al Nido con una atmósfera negativa debido a sus declaraciones cuando estaba en Santos, pero reitero la grandeza de las Águilas por la exigencia de siempre estar en la cima del futbol mexicano.
“No vine con el mejor cartel, siempre di todo, traté de dar lo mejor dentro y fuera de la cancha. Uno de fuera sabe lo que significa este club, pero estar dentro es totalmente diferente. Es imposible no enamorarse de este lugar, un lugar que nunca nadie quiere dejar. La afición te deja sentir que es el equipo más grande y es lindo porque tienes la obligación de campeonar”, dijo.
Por otro lado, Marchesín aseguró estar contento porque le podrá contar a su familia la grandeza de la institución en la que militó.
"Le voy a poder decir a mi hijo que jugué en el más grande de este país (México) y eso me llena de satisfacción, de orgullo; es algo muy lindo. Hemos sido muy felices en todo lo que hemos vivido; ya lloré demasiado así que ahora no voy a llorar. Estoy feliz porque me voy como decidí", puntualizó.
