La tecnología cada vez rompe más barreras y para muestra lo hecho por Rob Spence, quien hace unos años perdió uno de sus ojos y para darle un nuevo sentido a su situación se instaló una cámara en la cuenca.
Algo así como Terminator, el joven tomó la decisión ya que se dedica a hacer documentales y pensó que esta idea podría ayudarlo en sus actividades diarias, pero como todo, tiene sus contras.
Spence sólo puede utilizarla por 3 minutos, ya que comienza a calentarse y puede dañar su ojo, aunque para él es el tiempo suficiente para realizar sus entrevistas.
También ha tenido que lidiar con los cuestionamientos éticos, pues consideran que grabar de esa manera viola la privacidad de las personas.
El joven perdió la vista tras un accidente con un rifle.