Los emparrillados seguirán vacíos y los jugadores se mantendrán sin percibir un sueldo al menos hasta febrero del año próximo, cuando la LFA vuelva a tener actividad luego del anuncio de la cancelación de su temporada por segundo año consecutivo. El comisionado Alejandro Jaimes confirmó los rumores y no habrá actividad de la liga este año debido a que las autoridades sanitarias pidieron posponer su inicio, algo inviable para el desarrollo de su calendario.
Desde que el brote de coronavirus canceló la temporada 2020 a la mitad de sus actividades, el futbol americano no ha podido encontrar la manera de regresar a sus juegos, por lo que la apuesta de LFA ahora es concentrarse de lleno en el 2022, en espera de que las vacunas Covid-19 ayuden a disminuir los casos positivos y pueda incluso haber público en su regreso.
“Nos pidieron esta postergación debido a la tercera ola que se preve que llegará tras Semana Santa y podría impactar en la segunda quincena o finales de abril, esto arroja incertidumbre ya que no tenemos la certeza que esta ola pudiera no permitirnos regresar en mayo y privilegiamos la salud de atletas y personal de la liga”, dijo en videoconferencia el comisionado.
“No está en nuestras manos que podamos iniciar, la salud como liga la privilegiamos, es un compromiso social de dar un espectáculo a nuestro público, pero por estos factores hemos tomado la decisión de hacer una reprogramación de actividades e iniciar en campos a septiembre y octubre con miras a temporada 2022”, indicó.
Es así que con ocho equipos —Dinos, Condors, Fundidores, Mayas, Mexicas, Osos, Pioneros y Raptors— la LFA volverá hasta el fin de semana del 18 y 19 de febrero de 2022 y culminará el 22 de mayo con el Tazón México V, con 10 semanas de temporada regular, finales de división y el mencionado juego por el título. Mientras tanto, el golpe económico será fuerte, sobre todo para los jugadores y staff, pues sus contratos son por partido jugado.
“El tipo de contrato que manejamos en LFA es por partido jugado, al no tener un juego jugado no hay remuneración para los jugadores, pero así funciona el contrato”, explicó Jaimes.
“Sin duda un golpe fuerte, primero en el ánimo de los inmersos en la liga. Se suspendió con cinco juegos en 2020 a la mitad y ahora una decisión como esta es un golpe fuerte, no tanto en lo económico porque ya sabíamos que sería a puerta cerrada y sin ingresos de taquilla. Evidentemente es un impacto para los jugadores y coaches que no tendrán temporada, pero económicamente ese es el impacto”, zanjó.
