Después de conquistar su séptimo título de Wimbledon y alcanzar el 21ro de Grand Slam, poniéndose uno por delante de Roger Federer y uno detrás de Rafael Nadal, Novak Djokovic se tomará unas semanas de vacaciones.
Lo que no está claro es cuánto tiempo estará sin actividad.
Y tampoco se sabe cuándo podrá retomar la persecución por los grandes títulos, el objetivo — algo que entiende correctamente — que apasiona a los aficionados.
El próximo torneo de Grand Slam es el Abierto de Estados Unidos y, de momento, Djokovic no podrá participar por no estar vacunado contra el COVID-19.
“Quisiera estar ahí", dijo.
Como un ciudadano extranjero no vacunado, sin embargo, no puede ingresar a Estados Unidos. El serbio intentó esquivar el protocolo de vacunación en el Abierto de Australia en enero al procurar una exención avalada por el torneo, derivando que acabase compareciendo ante un juzgado y siendo detenido, hasta que eventualmente le revocaron la visa y deportado del país — algo que podría impedirle volver a Australia en 2023.
Realmente es complicado determinar lo que sigue para Djokovic. Está en un limbo muy inusual.
Todo depende de él, desde luego, pero categóricamente insiste — y lo reiteró tras derrotar a Nick Kyrgios por 4-6, 6-3, 6-4, 7-6 (3) el domingo en el All England Club: “No planeo vacunarme".
A esta altura de su carrera, Djokovic ha acumulado laureles que sobran para darle brillo a su palmarés, reputación y sitial en el panteón del tenis.
Se entiende, por ejemplo, que con 35 años ya no se inmuta por no ser el número uno del mundo (ya rompió el récord de más semanas en la cima de la ATP) o retroceder al séptimo puesto en el ranking publicado el lunes, pese a que atrapó su cuarto título seguido de Wimbledon.
Es un presente inusual. Esta misma semana, Djokovic perdió los 2.000 puntos por consagrarse el año pasado en Wimbledon y al mismo tiempo sin embolsar nada por llevarse el título de 2022, consecuencia que las giras de la WTA y la ATP no repartieron puntos como respuesta al veto de los tenistas de Rusia y Bielorrusia por la guerra en Ucrania.
Fue lo que le impidió al número uno mundial Daniil Medvedev, el ruso que derrotó a Djokovic en la final del US Open el año pasado para estropearle el intento de monopolizar los cuatro títulos grandes en el mismo año por primera vez desde 1969, acudir al All England Club. Y ahora parece que Djokovic no podrá estar presente en Flushing Meadows, donde el torneo comenzará el 29 de agosto.
Federer, quien lleva un año sin jugar y desapareció del ranking el lunes, tampoco estará en el US Open. Nadal es duda tras retirarse de Wimbledon por el desgarro de un músculo abdominal.
La saga en Melbourne hace seis meses afectó a Djokovic. Lo admitió. Algo que su entrenador Goran Ivanisevic también mencionó.
“Fue algo bastante importante, lo que le ocurrió", dijo Ivanisevic. “Todos creían que en dos semanas íbamos a escucharle decir: ‘Ok, Australia quedó olvidado. Volvamos a entrenar’”.
No fue así. “Necesitó bastante tiempo”, recordó Ivanisevic.
Djokovic relató que todo el episodio “me afectó, definitivamente, en los primeros meses del año".
"No me sentí bien. Mi parte mental y emocional no estaba en un buen lugar”, añadió.
¿Se preocupó Ivanisevic, campeón de Wimbledon en 2001, de que las secuelas socavarían la capacidad de Djokovic para emerger victorioso en las grandes citas?
“No. Jamás se puede dudar de un campeón como Djokovic”, dijo Ivanisevic.
Después de eventualmente olvidarse de Australia, Djokovic también tuvo que pasarle vuelta a la derrota ante Nadal en los cuartos del final del Abierto de Francia. Aunque su nivel no fue impecable en Wimbledon, su temple siguió intacto, remontando para ganar en sus últimos tres partidos.
“Nunca se amedrenta en los momentos importantes”, dijo Kyrgios.
Djokovic es el segundo hombre más longevo que conquista el campeonato de sencillos de Wimbledon en la era profesional, que comenzó en 1968. Acumula nueve grandes desde que cumplió los 30, uno más que Nadal en ese periodo.
Después de muchos años persiguiendo a Federer en la tabla de Grand Slams, Djokovic finalmente le rebasó.
También quiere dejar atrás a Nadal, algo que podría tomar más tiempo si Djokovic termine inhabilitado de jugar en varias de las grandes citas.
Tampoco que suene como alguien que está pensando en el retiro
“No tengo prisa alguna, de acabar mi carrera en un año o dos. No pienso en ello", dijo Djokovic. "Quiero mantener mi cuerpo sano porque eso es necesario para mantenerme en este nivel”.
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