Las instalaciones de la Villa Olímpica de Río de Janeiro donde permanecen los atletas de gran parte de las delegaciones continúan registrando inconvenientes edilicios, pero también en cuanto a la calidad de los servicios que debieran recibir los deportistas.
Es que al parecer, el complejo de 31 edificios y 3 mil 604 departamentos construido en el barrio Recreio dos Bandeirantes, presentó filtraciones de agua a través de las cañerías de algunas torres residenciales y eso obligó a los organizadores a cambiar algunas paredes.
Además, algunos deportistas manifestaron su incomodidad no sólo porque algunas áreas de comida permanecen cerradas, sin atención, sino también porque las raciones de alimentos resultarían insuficientes y la oferta de menúes tendría poca variedad.