El sueño olímpico de Juan Pablo Romero nació al ver las competencias de ecuestre, en los Juegos de Río 2016 lo hará realidad pero arriba del ring.
El púgil mexicano hará su debut olímpico en la categoría de 69 kilogramos ante el italiano Vincenzo Mangiacapre.
"Desde chiquito veía los Juegos Olímpicos, me gustaban las competencias de ecuestre. Después vi los de Atenas 2004 cuando fue Abner Mares. Ahí fue cuando dije 'tengo que ir a unos Olímpicos', ya estaba boxeando", recordó el subcampeón olímpico en los Panamericanos de Toronto 2015 en entrevista con RÉCORD.
El "Pivi" Romero, campeón mundial de la WSB en 2012, quiere consagrarse en los juegos olímpicos para después debutar en el profesional donde ya recibido varias ofertas, entre ellas de Golden Boy y la AIBA.
"El coraje de seguir este sueño es lo que me impulsó a diario, de levantarme de una caída y continuar adelante.
"Es un orgullo, traer la bandera y el respaldo no nada más de mi familia, sino de todos los mexicanos y del Ejército Mexicano al cual pertenezco. Es algo que me llena de orgullo, voy a dar todo lo mejor porque mi entrenador es mexicano, mi mamá es mexicana; es algo que me llena mucho de orgullo y de satisfacción", mencionó.
El amor por los caballos le da a Romero el control y seguridad que necesita arriba del ring. Sus ratos libres los ocupa para cabalgar en Villa del Carbón, donde su familia tiene un rancho con cuatro equinos. "Tener un caballo de competencia es muy caro y si bien en mi familia nunca nos faltó nada, tampoco teníamos grandes lujos.
"Ahorita voy a darlo todo en Olímpicos, terminar mi carrera deportiva como boxeador y después, posiblemente ir a unos juegos olímpicos, por qué no, en equitación. Ahí se puede ir hasta los 70 años", consideró.
