Desde los cuatro años de edad, Rodolfo Pizarro sintió correr por sus venas la pasión por los deportes, por ello, el ahora jugador de los Tuzos del Pachuca, nacido en Tampico, Tamaulipas, demostró sus habilidades atléticas en diferentes disciplinas como judo, basquetbol, atletismo y futbol, siempre a lado de Uriel, su hermano menor y con el apoyo de sus padres.
Aunque tuvo talento suficiente para todos los deportes que practicó, fue uno de ellos el que lo conquistó para dedicarse en cuerpo y alma, hasta ejercerlo de manera profesional: el futbol.
“En judo estuvo alrededor de diez años, fue un deporte que le ayudó muchísimo y llegó a ser cinta morada. El basquetbol lo jugó seis años y con frecuencia participaba en torneos, pero llegó un momento en que tuvo que elegir sólo uno porque ya le era imposible desempeñar todos.
“Fue un niño muy inquieto y responsable en la escuela, nunca tuvimos problemas con ese tema hasta que entró a la prepa, donde tenía mucha carga de trabajo porque ya estaba en el equipo de segunda, Tampico Madero, tenía que entrenar y viajar”, relató Laura Thomas, mamá del futbolista.
El jugador estuvo durante 13 años en el equipo Correcaminos de la UAT. Durante esta etapa participó en varios torneos locales, municipales, estatales y nacionales de la categoría infantil. Su primera visoría fue a los 12 años por parte del club Pachuca en un torneo nacional en Morelos, pero en esa ocasión no tuvo el éxito deseado. Tiempo después tocó las puertas de instituciones como Estudiantes Tecos y Chivas Rayadas de Guadalajara. Finalmente, luego de cumplir 17 años, Pachuca se lo quedó.
SIGUIENTE OBJETIVO, EUROPA
Pizarro se ha convertido en una de las jóvenes promesas del futbol mexicano, su trabajo ha dado mucho de qué hablar y se dice que podría emigrar muy pronto al futbol europeo. Por el momento, el jugador ha dicho que está comprometido con los Tuzos y espera el momento oportuno para partir. La familia no descarta la posibilidad de que esto suceda y les gustaría verle realizar un sueño más.
“Siempre nos vamos a preocupar porque es empezar de nuevo, a que lo conozcan tanto el entrenador como los compañeros. Le decimos que debe tener un carácter equilibrado, en Europa los latinos a veces no son recibidos de la mejor manera, si es lo que quiere, debe tener un carácter fuerte y aguantar para que todo vaya para adelante. Es su meta y esperemos se dé pronto”, dijo Rodolfo Pizarro, papá del jugador.