Tokio 2020 está por llegar a su fin, momento que quedará marcado por la realización el Maratón, una tradición milenaria que envuelve a la competencia desde la época de la antigua civilización griega y la representación del esfuerzo físico y mental del ser humano.
El maratón tiene en su contexto histórico el triunfo de las fuerzas griegas en contra del imperio persa. Filípides era un mensajero experto en recorrer grandes distancias y según relata Heródoto, historiador griego, fue enviado de Atenas a Esparta para avisar del desembarco de los persas en Maratón en 490 a.C., y poder frenar las fuerzas enemigas.
Así mismo, a Filípides se le atribuye la carrera de 40 kilómetros de Maratón a Atenas para avisar que las legiones espartanas habían vencido a los persas y murió tras realizar el anuncio.
Fue así que Pierre de Coubertin implementó la carrera llamada maratón desde la ciudad de Maratón hasta el estadio Olímpico de Atenas en 1896, la cual ganó un griego llamado Spiridon Louis, siendo el único ganador griego de una medalla en atletismo en aquella edición que marcó el comienzo de la Era Moderna de los Juegos Olímpicos.
Pero actualmente, como se mencionó al inicio, el maratón tiene una distancia de 42.195 kilómetros y esto es porque en los Juegos Olímpicos de Londres 1908 la reina Alejandra de Dinamarca, esposa de Eduardo VII, quería que la competencia pasar frente al Palacio de Windsor, por lo que se tuvieron que agregar dos mil 195 metros para que todo terminara en el estadio White City.
Esta distancia fue como designada como la oficial previo a los Juegos Olímpicos de París 1924. Previamente el maratón solo era una prueba masculina y fue hasta los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, siendo Joan Benoit, atleta estadounidense, la primera ganadora de dicha competencia.
El récord olímpico del maratón masculino es propiedad del keniano Samuel Wanjiru, quien en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 recorrió 42.195 kilómetros en dos horas con seis minutos y 32 segundos (2:06:32) y en la rama femenil el récord olímpico le pertenece a la etíope Tiki Gelana con una marca de 2:23:07 en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Por este motivo el maratón cierra los Juegos Olímpicos, pues ejemplifica el esfuerzo humano que se ha tenido que hacer desde las grandes civilizaciones para cimentar el mundo como lo conocemos.