La estadounidense Katie Ledecky se resarció mínimamente de la derrota encajada este lunes ante la australiana Ariarne Titmus en la Final de los 400 libres, al establecer después un nuevo récord olímpico, en las Semifinales de los 1,500.
Un objetivo más que previsible ya que la piscina de Centro Acuático de Tokio acogió este lunes el estreno en el programa olímpico femenino de la prueba larga de la natación. Prueba en la que Katie Ledecky es además de triple campeona del mundo así como la vigente plusmarquista universal con una marca de 15:20.48 minutos.
Un tiempo al que la norteamericana no necesitó acercarse para acceder a la Final con el mejor tiempo de todas las participantes con un crono de 15:35.35, que constituye el primer récord olímpico de la distancia.
Mínimo premio para una durísima jornada para Ledecky que no solo tuvo que nadar por la mañana la Final de los 400 libres y a última hora de la tarde las series de los 1,500, sino que además afrontó entre medias las preliminares de los 200 libres.
Una distancia en la que Ledecky se vio bastante más exigida por sus rivales que en la prueba de fondo, como atestiguaron las tan sólo diez centésimas en las que la norteamericana, que firmó el mejor tiempo de la preliminares con un registro de 1:55.28, aventajó a la siguiente clasificada, la canadiense Penny Oleksiak.