Eslovenia y Luka Doncic ya están donde deseaban: en la pelea por las medallas olímpicas luego de clasificarse a Semifinales despachando, con un triunfo por 94-70, a una Alemania tierna en defensa e incapaz de detener la máquina eslovena dirigida por el genio de Doncic, autor de 20 puntos, 11 asistencias y 8 rebotes.
El conjunto de Aleksander Sekulic demostró que tiene más planes que el A. Como ya ocurrió ante España, fue capaz de jugarle a un equipo que le propuso un duelo más lento y trabado, nada que ver con sus dos primeros partidos a la carrera. Junto a Doncic, respondieron Zoran Dragic (27 puntos y 6 rebotes) y Mikey Tobey (13 y 11).
No hubo mucho consuelo para Alemania, que llegó con muchas dudas a los Cuartos de Final de sus partidos del grupo y ya con el 25-14 del primer cuarto vio claro que tendría muy difícil pasar. Los 11 puntos de Maodo Lo y los 9 con 7 rebotes de Isaac Bonga fueron lo más destacado del conjunto de Henrik Roedl.
Eslovenia fue a por las Semifinales por la vía rápida. Dos triples de Vlatko Cancar y Dragic y otras dos canastas seguidas del jugador del Baskonia llevaron un partido igualado a un revelador 23-12 en el minuto 7 que era una demostración de autoridad del equipo esloveno, que en apenas 10 minutos robó cinco balones a los alemanes y se fue de once en los primeros diez minutos (25-14).
Alemania no iba a darse por vencida tan rápido. Aprovechó un descanso de Doncic y compañía para acercarse, y tras el tiempo muerto del técnico Sekulic, volteó el duelo gracias al tercer triple en cuatro intentos de Maodo Lo.
Sin embargo, más allá del acierto triplista, el conjunto teutón no tenía nada con lo que detener las veloces transiciones eslovenas, y entre Edo Muric y Dragic recuperaron el liderazgo al descanso (44-37).
Todo apuntaba a que iba a ser una cuestión de tiempo. El conjunto alemán, indignado por una falta técnica pitada contra Maodo Lo en una acción en la que acabó con un corte en la cara, apenas tuvo algunas acciones de Isaac Bonga para intentar oponer resistencia.
A cada carrera eslovena, su defensa se desmoronaba. Tanto fue así que Doncic se permitió penetrar desde el centro del campo, amagar la bandeja y ceder hacia atrás de espaldas para el triple de Tobey. Jugada para las repeticiones y 14 puntos de renta (56-42, min. 24).
Minutos después saltó la alarma, porque en la pelea por un rebote con el alemán Niels Giffey el genio esloveno se llevó un codazo en el ojo. Quedó en nada el golpe, y también la acción, porque había falta antideportiva previa de Jaka Blazic.
Los eslovenos se dedicaron a correr y dejar pasar los minutos, conservando una renta que al final del tercer cuarto parecía corta respecto a sus guarismos habituales en estos Juegos, pero suficiente habida cuenta del rival (66-54).
El estoque definitivo lo dieron Klemen Prepelic y Doncic con dos triples consecutivos en el ecuador del último cuarto para poner 19 de ventaja en el electrónico (82-63, min. 35). De ahí al 94-70 final no hubo historia. Eslovenia se citará con el ganador del Italia-Francia por un puesto en la final olímpica.