Las leyendas no huyen de la batalla cuando las tienen ante ellas y, esta tarde, cuando los peligrosos Jaguars salgan al emparrillado del Gillette Stadium, Tom Brady comandará la ofensiva de los Patriots en la búsqueda del décimo Super Bowl del equipo y el octavo para el histórico quarterback, quien se pondría a la par de franquicias míticas de la NFL.
De acuerdo a reportes de fuentes cercanas a la Liga, la lesión que presentó el pasador durante la semana, la cual tendió un velo de sospecha en el campamento de los ‘Pats’, no sería grave y sólo se trataría de un corte en la mano derecha que requirió suturas, pero no lo alejaría de su décimo segunda Final de Conferencia.
Y aunque es probable que juegue con un guante especial, Brady tiene todo a favor para llegar a su Súper Tazón número ocho, pues las batallas por la AFC se le dan, ya que de las 11 que ha disputado tiene marca de siete victorias por cuatro derrotas.
Además, otra motivación para el mismo mariscal de campo y su equipo es seguir aumentando su marca en Súper Domingos, pues tan sólo Tom igualaría a Steelers, Cowboys y Broncos, con ocho; mientras que los Patriots se separarían aún más, convirtiéndose en el primer equipo en jugar la decena; actualmente llevan nueve con récord de 5-4.
Sin embargo, el rival no será tan fácil como parece, pues los ‘Jags’ vienen con el ánimo a tope, aunque ante Brady y en su casa, la historia parece estar echada.