La tarde del 11 de octubre de 2020, Dak Prescott abandonó entre lágrimas el AT&T Stadium, y desde entonces, sigue siendo una incógnita si se volverá a vestir el uniforme de los Cowboys en la que ha sido su casa las últimas cinco campañas.
Las negociaciones parecen estar lejos de llegar a un buen puerto y con la ventana de la agencia libre abierta, su destino pudiera estar a escasos 430 kilómetros de Dallas, toda vez que un intercambio con Houston por Deshaun Watson es una de las opciones que se barajan en este juego de las sillas de la temporada baja.
Y es que entre contratos finalizados como el de Mitch Trubisky con Chicago, bajas de juego como la de Sam Darnold con Jets, nuevas selecciones de Draft como parece inminente la de Trevor Lawrence con Jacksonville y hasta inconformidades como la de Deshaun con la directiva de los Texans —que abrió una caja de Pandora que promete sacudir aún más el mercado—, la temporada baja promete sacudir los rosters de una forma en que hace un año hubiera sido inimaginable.
Tras la petición del quarterback de Houston de salir del equipo después de sentirse desplazado en la toma decisiones de la directiva respecto a la elección de gerente general y entrenador en jefe, las aguas se movieron con fuerza alrededor de la NFL. Sobre todo por los equipos que no tienen cubierta la posición y que pueden resultar atractivos para algún agente libre o en el último año de su contrato.
Los Patriots son uno de los que no tienen un pasador con garantías para devolver la sonrisa a sus aficionados —sobre todo, después de ver a su gran ídolo Tom Brady ganar su séptimo Super Bowl con 43 años con los Bucs— después de un año en el que Cam Newton no demostró tener el ancho para cumplir con el reto, caso similar al de los Bears, que con Trubisky como agente libre y Nick Foles en su eterno papel de suplente estrella, buscarán a toda costa un mariscal.
Mientras que franquicias como Jets, Broncos, Panthers y Niners, tienen en Sam Darnold, Drew Lock, Teddy Bridgewater y Jimmy Garoppolo a pasadores con contrato pero que no han terminado de convencer del todo con sus actuaciones, por lo que seguramente entrarán en las conversaciones del mercado, sobre todo los neoyorquinos, con la segunda selección global y con ello, más escenarios posibles para reconstruir sus lastimados cimientos.
Por lo pronto, la posibilidad de que Watson llegue a Dallas en canje —con algunas selecciones incluidas— por Dak Prescott es una de las opciones que con mayor fuerza han sonado en los últimos días, pues el egresado de Mississippi State jugó con el tag de jugador franquicia el año pasado y si firma la etiqueta por segundo año en fila, es casi un hecho que tendrá nuevo equipo en 2022, como sucedió con Kirk Cousins hace algunos años en Washington y después se convirtió en agente libre y firmó con los Vikings.
