El 8 de septiembre de 2013 fue la última ocasión que los Titans derrotaron a los Steelers gracias a tres goles de campo de Rob Bironas. Muchas cosas han cambiado en ambas franquicias desde entonces y aunque esta vez Stephen Gostkowski no parece ser garantía de poder dar una victoria a Tennessee al acumular cinco intentos fallidos esta campaña, el tener a Derrick Henry como su caballo de batalla y a Ryan Tannehill en estado de gracia, bien podría inclinar la balanza de su lado por primera vez en siete años.
Pittsburgh y Tennessee escribirán historia tan pronto vuele el ovoide por los aires del Nissan Stadium, al tratarse del apenas sexto partido en la era del Super Bowl entre dos equipos con récord invicto después de —al menos— seis semanas. Algo que no hubiera ocurrido de no ser por el brote de coronavirus, que obligó a posponer este encuentro programado para el 4 de octubre, originalmente en la Semana 4.
Pero el destino quiso que ambos prolongaran su racha perfecta hasta esta instancia, en la que el vencedor tendrá a su favor una contundente estadística, pues el ganador de los cinco duelos previos entre invictos ha llegado hasta el Super Bowl. A la cita, Tennessee llega con la segunda mejor ofensiva de la NFL gracias a sus 32.8 puntos anotados por partido y con el mejor corredor de la liga Derrick Henry con 588 yardas y seis tochdowns, una auténtica aplanadora que arrolla a cuanto defensivo tope a su paso.
Será precisamente en las trincheras donde se desarrollará buena parte del juego, toda vez que el equipo de Mike Tomlin cuenta con la segunda mejor defensiva de toda la NFL con 285.2 yardas por encuentro permitidas y la segunda mejor contra la carrera, al solo recibir 75 yardas terrestres o menos en tres de sus cinco juegos en la campaña. Aunque un factor en contra para los Steelers es que no contarán con Devin Bush, lesionado el juego pasado y quien hubiera sido de gran ayuda para intentar detener a Henry.
Aún así, Pittsburgh luce imponente defensivamente, al ser el segundo equipo en la historia con al menos tres capturas y una intercepción en cada uno de sus primeros seis juegos de la temporada, uniéndose a los Giants, que lo consiguieron en 1985. Pero en contraste, los Titans se convirtieron en el primero en la historia de la liga con un quarterback de al menos 350 yardas y un corredor con 200 yardas en un solo encuentro, por lo que será un enfrentamiento de alto voltaje.
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