Los Ravens volaban con suma calma sobre el NRG Stadium, cuando los Texans comenzaron a dar signos de vida de la mano de Deshaun Watson, quien daba atisbos de mejoría hasta que apareció Marcus Peters para poner orden.
El esquinero se suspendió en el aire para colgarse del balón en un envío del quarterback y así arrancó de raíz las escasas esperanzas de Houston por evitar un inminente descalabro y segundo triunfo de Baltimore en una temporada en la que pretende confirmarse como candidato al Super Bowl.
Desde 2015 cuando fue nombrado Novato Defensivo del Año, Marcus Peters acumula 28 intercepciones con la de hoy a Watson. Ningún otro jugador de la NFL ha interceptado un envío siquiera 20 veces en ese lapso, una cifra que los Texans bien pudieron haber tomado en cuenta en su plan de juego, sobre todo cuando prescindieron del talento de DeAndre Hopkins al cambiarlo a Arizona en la temporada baja.
Baltimore se impuso por pizarra de 33-16 sobre Houston gracias a sus aciertos defensivos, pero también a la arrolladora actuación de Lamar Jackson, quien lanzó para 204 yardas, un touchdown y ninguna intercepción, además de haber corrido para 54 yardas.
