A Trevor Lawrence le apagaron el brillo y los Buckeyes obtuvieron su pase a la Final del futbol americano colegial, tras ganar el Sugar Bowl en la ciudad de New Orleans. Justin Fields firmó la mejor actuación de su carrera en la NCAA con seis pases de anotación y está a una victoria de irse a la NFL como Campeón Nacional.
El Sugar Bowl fue un duelo de morbo al ver frente a frente a los dos mejores quarterbacks de cara al próximo Draft de la NFL. Lawrence y Fields apuntan a ser los hombres que saquen de la mediocridad a los Jaguars y los Jets, respectivamente. Fields le colocó las cartas sobre la mesa a la directiva de Jacksonville, de cara al proceso de reclutamiento.
Fields jugó desde el segundo cuarto con una molestia en las costillas tras un impacto directo con el caso por parte de James Skalski, capitán de la defensiva de Clemson, quien fue expulsado por ‘targeting’. El mariscal de campo de los Buckeyes aprovechó la ausencia del líder de los Tigers y las confusiones en las asignaciones en la cobertura y castigó la zona profunda del campo con auténticos bombazos a la zona de anotación.
Por su parte, Lawrence fue exhibido en el Sugar Bowl, por parte de la defensiva de Ohio State. El equipo y sobre todo su línea ofensiva no estuvieron a la altura del joven quarterback. La imagen de Dabo Swinney consolando a su mariscal de campo en los últimos minutos del encuentro llamó la atención, por lo que significó este duelo para Lawrence, ya que su etapa colegial ha concluido y la NFL lo espera con las puertas abiertas.
El equipo de Ryan Day firmó la venganza del duelo del año pasado en el que Clemson y Lawrence vinieron de atrás para dejar fuera a los Buckeyes. Ohio State buscará su primer título nacional desde la temporada 2014, apenas en el segundo año de Day como entrenador en jefe.
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