El estelar cazamariscales Micah Parsons de los Cowboys y su ahora excompañero DeMarcus Lawrence intercambiaron críticas en las redes sociales después de que Lawrence dijera que eligió a Seattle en la agencia libre en parte porque nunca iba a ganar un Super Bowl con Dallas.
Lawrence, quien acordó un contrato de tres años con los Seahawks, fue seleccionado en la segunda ronda del draft de Dallas en 2013 y firmó el contrato más grande para un jugador defensivo en la historia del club seis años después, después de temporadas consecutivas con capturas de dos dígitos.

Tras sólo horas después de haber dejado a los Cowboys, Lawrence no dudó dos veces en criticar a su exequipo, con una reciente entrevista publicada donde dijo: “Dallas es mi hogar... Pero sé con certeza que no voy a ganar un Super Bowl allí”.
Esto desató la furia de Micah quien a través de la misma red social comentó, "¡Así se ven el rechazo y la envidia! ¡Menuda payasada!", antes de añadir un emoji de payaso.
Como era de esperarse, el veterano no se quedó callado y respondió con, "Llamarme payaso no cambiará el hecho de que dije la verdad. Quizás si hubieras dedicado menos tiempo a tuitear y más a ganar, no me habría ido".
Calling me a clown won’t change the fact that I told the truth. Maybe if you spent less time tweeting and more time winning, I wouldn’t have left.😈
— DeMarcus Lawrence (@TankLawrence) March 14, 2025
Lawrence nunca superó las 6.5 capturas tras firmar el gran contrato, mientras que los Cowboys llegaron a la ronda divisional cuatro veces en sus 11 temporadas. Dijo que los Cowboys no le ofrecieron contrato esta pretemporada.
El jugador de 32 años se limitó a cuatro juegos por un esguince de pie en 2024 y se perdió al menos la mitad de la temporada en dos de los últimos cuatro años.

Parsons es el cuarto jugador en la historia de la NFL en registrar al menos 10 capturas en cada una de sus primeras cuatro temporadas. Los otros tres están en el Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional.
Con Parsons entrando al último año de su contrato de novato, los Cowboys podrían estar a punto de convertirlo en el jugador mejor pagado de la NFL, aunque no sea quarterback. El ala defensiva de Cleveland, Myles Garrett, acaba de arrebatarle ese título con una extensión que promedia 40 millones de dólares por temporada.