Si en San Diego la vida era dura, ahora en Los Angeles apunta a ser más difícil. Los Cargadores se mudaron esta campaña a una sede donde sólo las estrellas brillan y la franquicia hace un tiempo no lo hace.
En siete años, los Cargadores no tienen una temporada ganadora con más de diez triunfos, y en su haber en ese mismo tiempo únicamente perdieron en ronda divisional ante Denver en 2014. Por lo que todo apunta que además de preocuparse por nuevos fans, también batallarán con el buen desempeño del equipo.
La clave, la de siempre, Philip Rivers, quien es uno de los pasadores más poderosos de la Liga, pero no así en los momentos que definen la trascendencia de la franquicia. El año pasado sumó 349 pases completos para 33 TD’s.
Pero ahora viene un nuevo reto, pues reforzaron la línea ofensiva, con Russell Okung y en la segunda y tercera selección del draft llegaron Forrest Lamp y Dan Feeney, con quienes buscarán mejores resultados.