Benigno Aquino III, presidente de Filipinas, reveló que el boxeador Manny Pacquiao estaba en la mira de la organización terrorista Abu Sayyaf para ser secuestrado.
El mandatario asiático señaló con este acto pretendían financiar al Estado Islámico, pues desean ser aceptados por este grupo.
Además de raptar al legislador, los extremistas tenían en la mira a su hijo, y meditaban asesinar a la leyenda del ring.
"Los militantes musulmanes también querían explotar bombas en la zona metropolitana de Manila pero los planes fueron descubiertos", comunicó el político al diario The Phil Star.
Tras este anuncio, Aquino prometió intensificar la lucha contra los grupos terroristas que acechan su país.