Hasta hace no muchos años las Grandes Ligas era considerada una Liga de bateadores, la época de las sustancias para mejorar el rendimiento permitieron que los jugadores ofensivos marcaran el ritmo de la Liga, pero en los últimos años eso ha cambiado y ahora son los pitchers los que mandan en ella.
Este 2015, de nueva cuenta son varios los pitchers que están teniendo temporadas con grandes números, con efectividades raquíticas y que dejan mal paradas a las ofensivas, que batallan de nueva cuenta para anotar carreras.
En 2014, ningún equipo promedió más de cinco carreras anotadas por partido, los Angelinos de Los Ángeles fueron los líderes con 4.72; este año los números son similares, aunque los Azulejos están al frente, hasta antes del juego del lunes, con 5.13
Aunque este año los equipos han visto un ligero incremento en cuanto a carreras anotadas, en promedio cada equipo anota 4.18, mientras que el año pasado terminaron en 4.06 anotadas; muy lejos de los números que se alcanzaron en el 2000, cuando los equipos anotaban 5.13 carreras por juego.
Este año, hay 29 abridores con porcentaje de carreras limpias por debajo de 3.00, además, Mike Pelfrey está justamente en 3.00; de esos, nueve están por debajo de los 2.00; en 2007 sólo un pitcher estuvo debajo de 3.00.
Los bateadores también están haciendo menos contacto con la pelota, pues batean en promedio para porcentaje de .253; en la temporada 2000 el porcentaje era de .270 en promedio en la liga. El año pasado batearon para .251, el más bajo de la Gran Carpa desde 1972.
Clayton Kershaw, Félix Hernández, A. J. Burnett, Zack Greinke, Dallas Keuchel y varios más son los pitchers que han encontrado la forma de controlar a los bateadores rivales y comenzar una nueva era de dominio de los pitchers, como no se veía desde hace varios años.
Kershaw, quien no ha tenido un buen inicio de año, logró números el año pasado que no se veían desde la década de los sesenta, cuando nombres como los de Sandy Koufax o Bob Gibson dominaban el beisbol.
En esta nueva era, son pocos los bateadores que logran tener números decentes ante el poder de la nueva generación de grandes lanzadores.
