En una de las finales más electrizantes que se hayan visto en la historia del basquetbol universitario de Estados Unidos, Kris Jenkins embocó un triple justo cuando sonaba la chicharra, para que Villanova se coronara con un triunfo por 77-74 sobre North Carolina.
A 4,3 segundos del final, Marcus Paige había logrado también un enceste de tres puntos, con un amague incluido, para que North Carolina empatara el marcador a 74.
Tras una pausa para definir su estrategia, los Wildcats (35-5) consiguieron entregarle el balón a Jenkins. Así, Villanova se coronó en la NCAA, algo que no lograba desde 1985, cuando Rollie Massimo guió a la institución a una victoria sobre Georgetown, un plantel plagado de estrellas.
Pero el triunfo será más memorable, si se toma en cuenta que Villanova dilapidó una delantera de seis puntos con 1:52 minutos restantes. Luego, reaccionó para liquidar a los Tar Heels, muchos de cuyos jugadores quedaron llorando en la cancha.
Phil Booth encabezó a los Wildcats con 20 puntos, mientras que Jenkins finalizó con 14.
Paige sumó 21 tantos por los Tar Heels (33-7), que se quedaron a un tiro de darle al entrenador Roy Williams su tercer título nacional.