La lucha libre mexicana está de luto nuevamente tras el fallecimiento de una de las personalidades que si bien, no subió nunca a luchar a un cuadrilátero, dejó su huella en este deporte. La fotógrafa Lourdes Grobet tomó algunas de las imágenes más icónicas de su época y lamentablemente murió a los 81 años.
La pasión por el deporte de las llaves y contrallaves la llevó siempre en la sangre, pero tardó en descubrirlo. Pese a que su familia gustaba de asistir a las funciones, a ella no se le permitía por no ser un espectáculo considerado para mujeres en su juventud.
Grobet observó a la lucha libre desde una óptica distinta y en su obra se refleja una realidad nunca antes vista de este deporte. Su lente capturó los momentos más humanos de los superhéroes de carne y hueso en la cotidianidad.
Hace menos de una semana la fotógrafa egresado de la Universidad Iberoamericana fue condecorada con la medalla Bellas Artes por su trayectoria y legado al arte fotográfico de México. El Complejo Cultural Los Pinos abrió sus puertas para el homenaje que se le hizo a Grobet.