El legendario boxeador Julio César Chávez ha mostrado su preocupación por el futuro de su amigo, el luchador Shocker, quien lleva varios meses en la clínica Baja del Sol de Culiacán, Sinaloa, un centro de rehabilitación propiedad del propio Chávez, con el objetivo de superar sus problemas de adicciones. A pesar de que Shocker ha seguido su tratamiento de manera rigurosa, Chávez teme por lo que pueda suceder una vez que abandone el centro.
En una conversación con Latin Lover en su canal de YouTube, Chávez expresó sus inquietudes sobre la posible recaída de Shocker.
“Las probabilidades de recaer de Shocker son muy altas. Depende del ambiente de él, cuando salga de la clínica, a dónde va a ir. Si va a ir con la misma gente, pues va a recaer, la neta. Shocker no es de una, es de atascado, como todo adicto”.
Chávez enfatizó que el entorno y las personas con las que Shocker se relacione después de salir de la clínica serán determinantes para su recuperación a largo plazo.
Para ayudar a su amigo a mantenerse alejado de las adicciones, Chávez subrayó la importancia de que Shocker esté ocupado y tenga muchas distracciones mentales y laborales.
“Todo va a depender de qué amigos tenga Shocker después de que salga de ahí, de que esté ocupado, hay que darle un trabajo, que esté activo. Le puedo hacer varias luchas a él para que luche, para que se aliviane”.
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