La lucha libre está a punto de perder a una leyenda de abolengo y de renombre: en cuanto Blue Demon Jr. y el renovado Rey Wagner pisen el ensogado de Triplemanía XXVII, el reloj no se detendrá, reclamando el punto final de un legado histórico en el pancracio.
Enemistados desde hace años, casi décadas, los dignos herederos del Manotas y del Galeno del Mal tornaron su rivalidad en algo sangriento, hasta el punto de ofrecer algo más que su orgullo: la máscara azul o la cabellera para el que salga con la mano en alto.
Sin embargo, el odio no paró ahí, pues ambos veteranos gladiadores fijaron una apuesta más arriesgada: quien caiga hoy en la Arena Ciudad de México dirá adiós para siempre del deporte de los costalazos.
"Si no puedo tener ese gran trofeo en mis manos, me retiro. Una derrota sería mi tumba y para nada. Prohibido estará perder esa noche, voy a ir con todo por el triunfo", lanzó el líder de los Wagnermaníacos en cuanto se dio a conocer el reto.
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"Todos mis planes y proyectos están detenidos, tengo objetivos que iban a arrancar y que paré porque no puedo continuarlos si dejo la máscara. Si pierdo, entonces me presentaré una vez sin tapa y haría mi despedida formal", complementó el Demonio Azul.
Y para honrar a sus padres, mismos que escribieron con letras de oro su nombre en la historia de la lucha libre, ambos 'monstruos' harán gala de su mejor equipo: para Blue Demon Jr., su tradicional máscara de terciopelo y la elegante capa que siempre porta con honor.
Mientras que Wagner Jr. regresará a su origen: un impoluto blanco, tanto en el pantalón y bata médicos, como en la incógnita que cubrió la identidad de su padre durante hasta 1985, cuando cayó ante El Solitario. De esta forma, esta noche, durante el magno evento anual de la Carava Estelar AAA, no sólo se perderá una máscara icónica de la cultura mexicana o una larga cabellera de un 'Sugar Daddy', sino que la afición verá caer a una de las más grandes estrellas que este deporte podría tener.
