El alcalde de Caquiaviri, Bolivia, fue castigado por los pobladores por su mala gestión al vestirlo con la ropa tradicional de las mujeres.
Bruno Álvarez portó una pollera de mujer, manta y bombín luego de que se descubriera que en su gestión había irregularidades y fue obligado a dar una vuelta a la plaza del pueblo como una forma de castigo.
El hecho de que se vista de mujeres a los gobernantes que no cumplan en su gestión es una práctica común en el país; sin embargo, la práctica ha sido criticada por los defensores de los derechos de las mujeres.