Un disfraz del prófugo narcotraficante Joaquín 'El Chapo' Guzmán compite este año con ventaja en las tiendas mexicanas que venden artículos para Halloween con clásicos como los de Drácula y la Momia.
“Se vende la máscara del Chapo y el disfraz, que incluye playera y máscara. La playera es de preso, como las antiguas de rayas blancas y negras (…) Se está solicitando muchísimo”, dijo Andrea Copado, de El Coco, una de las empresas que comercializan el disfraz, del que se ha agotado la primera producción.
En la parte delantera de la camiseta, se lee El Chapo con el número de preso “3578-AJ”, mientras que en la trasera, en letras rojas, una leyenda reza “#noerapenal de máxima seguridad”.
La máscara, que se fabrica en México, tiene un costo de unos 190 pesos, mientras que el conjunto completo sube a los 440 pesos, dijo Copado.
Este disfraz es solo un ejemplo más del peso que tiene el narcotraficante en el imaginario colectivo en México, además del arraigado espíritu comerciante de los mexicanos.
Poco después de la fuga se popularizó una piñata del líder del cártel de Sinaloa a la par que aparecieron en distintos puntos de la geografía mexicana productos relacionados con el capo como camisetas, gorras y aditamentos.