Al correr nuestro cuerpo suda y quema grasa e hidratos de carbono para producir la energía suficiente a fin de llevar a cabo esa actividad. Esto hace que se genere un desequilibrio de nutrientes que, de no recuperarse, podría causar un mal crecimiento de tejidos, pérdida muscular y cansancio. La degradación muscular genera compuestos nitrogenados que deben ser depurados del cuerpo bebiendo agua.
LOS NUTRIENTES CLAVE PARA LA RECUPERACIÓN MUSCULAR
Los nutrientes que requiere el cuerpo se dividen en dos: macronutrientes y micronutrientes. Los primeros son aquellos que aportan la mayor parte de la energía al organismo, y están conformados por tres grupos: los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas; los micronutrientes son las vitaminas y minerales que el cuerpo requiere en pequeñas cantidades para mantener la salud, pero no para producir energía.
LOS MACRONUTRIENTES
La reconstrucción muscular después de un entrenamiento dura hasta 48 horas y sucede principalmente durante el periodo de descanso (mientras dormimos).
Sin embargo, hay una ventana de tiempo inmediatamente después del esfuerzo, que consta de 2 horas, donde nuestro cuerpo está más receptivo y asimila mejor los nutrientes.
En este periodo es donde debemos comer alimentos ricos en hidratos de carbono y proteínas.
Se recomienda consumir un gramo de carbohidratos por cada kilo de peso corporal (1g/kg), sobre todo después de un entrenamiento de más de una hora o una competencia. Si pesas 70 kilos, debes ingerir 70 gramos de hidratos de carbono, acompañados de proteínas.
LOS MICRONUTRIENTES
Para agilizar la reparación muscular hay vitaminas y minerales que son importantes; por ejemplo el potasio es un mineral que favorece la relajación muscular; algunos alimentos ricos en él son: plátanos, fruta deshidratada y verduras.
La vitamina C, vitamina E y el Magnesio son tres micronutrientes que no deben faltar en tu dieta para que los periodos de descanso entre un entrenamiento y otro sean los más productivos para tu recuperación.