CLAUDIA CAVIA
Esta lesión es comúnmente provocada por exceso de carga (incremento abrupto de distancia), mala técnica al correr o uso de calzado inadecuado para tu tipo de pisada. Se trata de una inflamación de la aponeurosis plantar, mejor conocida como el arco del pie, que en realidad es una capa de tejido blando fibroso que recubre los músculos flexores del pie que, a su vez, forman el arco longitudinal plantar.
La función de esta fascia es darle soporte y forma al arco, así como aguantar y distribuir el impacto al pisar o correr.
¿QUÉ PUEDE PROVOCAR FASCITIS PLANTAR?
1. Pie plano adquirido o pronador
Es la pérdida del arco longitudinal normal que provoca que la zona de apoyo y descarga de peso en la planta sea más pronunciada, lo cual genera dolor en el borde interno del pie. Por lo general esta condición es ocasionada por la insuficiencia del tendón en el músculo que levanta de manera natural el arco del pie.
2. Pie cavo
Este mal es todo lo opuesto a la lesión anterior: un arco del pie muy pronunciado provoca que haya demasiada tensión en la fascia plantar.
3. Exceso de carga en el entrenamiento
Un corredor que se ejercita para una distancia larga, y que sufre fascitis plantar a tres meses de la competencia, por ejemplo, difícilmente puede suspender el entrenamiento el tiempo adecuado para que se desinflamen los tejidos.
Una vez que regresa al asfalto, si no se elimina el problema que ocasionó la sobrecarga en la fascia, esta se puede volver crónica, recurrente o, incluso, incapacitante.
El tratamiento paliativo puede ser una infiltración que, además de dolorosa, únicamente se puede hacer un par de veces. En este caso, la recomendación para los corredores con fascitis plantar crónica no solo sería un descanso de las carreras por un periodo prolongado, sino tal vez pensar en hacer algún otro deporte. ¿Natación?
4. Espolón calcáneo
Este tipo de problema se debe a una calcificación que se forma en el origen de la fascia plantar, en el talón, por el exceso de tracción del tejido blando. Ocasiona dolor y puede deberse al uso de calzado inadecuado o mala postura al estar de pie.
¡TODO TIENE SOLUCIÓN!
Estos son los pasos que debes seguir para tener una recuperación más rápida y efectiva:
1. DETECTAR EL ORIGEN
Lo primero que tienes que hacer, si eres amante de correr y sufres fascitis plantar, es detectar el problema que lo ocasionó; puede ser desde tu pisada hasta un mal entrenamiento.
Si tu problema es la forma de tu pie, o la mecánica con la que pisas cuando corres, es importante que te hagan un estudio baropodométrico para que te compres tenis adecuados o te hagan unas plantillas para tu tipo de pie.
2. ATENDERTE
Antes de que sea demasiado tarde. La fascia plantar necesita un buen tratamiento antinflamatorio a base de medicamentos y terapia física para restaurar los tejidos, disminuir el dolor y detectar posibles desbalances musculares, que provocan que la fuerza no se distribuya de manera adecuada cuando corres, como en el caso del pie plano adquirido.
3. MEDIR LA CARGA DE ENTRENAMIENTO
Debes tener un plan adecuado para no aumentar precipitadamente la distancia o la velocidad y provocarte lesiones por sobre entrenamiento, así como respetar los tiempos de recuperación y las medidas preventivas para todas las articulaciones que sufren impacto y estrés cuando corres.
4. ESTIRAR
Dedícale el tiempo suficiente a tus estiramientos, pues esto es clave en la recuperación y prevención de esta y otras lesiones.
La fascitis plantar es una de las lesiones más comunes entre los corredores y nos puede dejar fuera de la competencia. La detección temprana de tu tipo de pisada, un buen entrenamiento y el tratamiento adecuado con profesionales en la salud harán que salgas bien librado de esta lesión.
LA IMPORTANCIA DEL CALZADO
Muchas lesiones en los pies resultan de usar tenis incorrectos o de talla incorrecta. Es frecuente que las personas usen calzado que no es de su número y, por desgracia, los atletas no son la excepción. Si los tenis son estrechos de la punta pueden formarse ampollas y juanetes; si son muy cortos producen dedos de martillo y uñas amoratadas, y si el punto de flexión no coincide con el del pie puede dañar los nervios y fracturarse por el esfuerzo.
La recomendación es comprar el calzado al final del día, cuando los pies tienen su mayor extensión, y para las personas que tienen fascitis plantar o dolor en el talón, el calzado debe tener 2.5 cm de elevación en el talón.