Esta es una lesión en la rodilla causada por sobreuso, saltos o frenados bruscos durante el entrenamiento o carrera.
Afecta al 20 % de los corredores, causando dolor por inflamación en el tendón rotuliano; sin embargo, no es una lesión única del corredor, ya que también puede afectar a deportistas que practican basquetbol, futbol, voleibol, etc. La edad más común de quienes sufren esta lesión es entre los 18 y los 30 años, debido a que en este periodo los corredores realizan sus máximos esfuerzos.
El tendón rotuliano forma parte del mecanismo que extiende la rodilla; se localiza en el polo inferior de la rótula y se inserta en la tibia. La lesión se produce en el aterrizaje del salto, ya que en ese momento es cuando existe una mayor carga mecánica debido a la contracción del músculo cudríceps, provocando mayor tracción del tendón rotuliano. Cuando los atletas corren en montaña esta estructura recibe importantes esfuerzos en la fase de balanceo de la marcha, así como en la fase de apoyo durante la subida. Por otra parte al frenar, en una bajada, por ejemplo, la inercia provoca una irritación de dicho tendón.
FACTORES DE RIESGO
Hay una combinación de diferentes factores, tanto intrínsecos como extrínsecos, que causan la tendinitis rotuliana.
Frecuencia de impactos repetitivos: En este caso saltar, que a la larga provoca microtraumatismos en la rodilla.
Sobrecarga durante el entrenamiento: Esto quiere decir una mala dosificación en intensidad, duración y frecuencia, así como mala técnica, que provoca que el corredor realice un sobresfuerzo en los músculos de la rodilla.
Otros factores: Pueden ser el uso de calzado inadecuado, correr en superficies muy duras, poca flexibilidad del cuádriceps e isquiotibiales, un aumento del ángulo Q (ángulo formado por el tendón rotuliano y el eje de atracción del musculo cuádriceps), pie pronado o supinado, rótula alta, desequilibrios musculares y por traumatismo directo (caer sobre las rodillas ) .
ENTÉRATE SI LA PADECES
El indicio principal de esta lesión es dolor en el polo inferior de la rodilla, por lo general, durante actividades como saltar, correr, caminar, agacharse, subir y bajar escaleras. En los corredores este dolor aumenta cuando realizan cambios de ritmo en la carrera, en las cuestas o series rápidas.
La intensidad y la frecuencia de los síntomas dependen del tiempo de la lesión.
Varios autores coinciden en cuatro niveles de la tendinitopatía:
1.- El dolor presente después de la actividad física.
2.- El dolor presente durante y después de la actividad física sin afectar el rendimiento del deportista.
3.- El dolor se presenta durante y después de la actividad física, y afecta el desempeño del deportista.
4.- El dolor es constante y provoca que el deportista ya no pueda realizar su actividad física.
El tratamiento se basa en la detección del estado de la lesión, y es fundamental que el deportista suspenda la actividad que le provoque el dolor, en este caso saltar, correr o agacharse.
MEDIDAS PREVENTIVAS
Para evitarlo puedes mejorar o corregir la técnica de carrera, realizar estiramientos durante 15 minutos antes y después de cada entrenamiento, realizar ejercicios que fortalezcan el cuádriceps (sobre todo ejercicios excéntricos), mantener una correcta hidratación, usar el calzado adecuado y, por último, una buena dosificación del entrenamiento.
Es importante que el corredor esté consciente que la tendinitis rotuliana es una lesión que se debe tratar, ya que, si se hace crónica, puede tener varias complicaciones provocando el bajo desempeño del deportista o, más grave aún, impedir que realice su actividad física.
¡TRÁTATE A TIEMPO!
Se recomienda la aplicación de hielo durante 10 minutos al día, con el objetivo de disminuir la inflamación y el dolor en la rodilla; sin embargo, si este perdura, el deportista deberá acudir a fisioterapia para realizar estiramientos de cuádriceps e isquiotibiales, así como
a programas de fortalecimiento para dichos músculos; también se puede hacer uso de agentes físicos como ultrasonido, láser y Tens para ayudar a disminuir más rápido la inflamación y dolor.
El masaje es otra alternativa de gran ayuda, debido a que relaja el cuádriceps, provocando una menor tracción del tendón rotuliano.
Para casos crónicos, las ondas de choque son muy efectivas para aliviar el dolor y provocar una mejor irrigación al tendón.
El vendaje neuromuscular es una buena opción para esta lesión, ya que ayudan a disminuir el dolor y la tensión en el cuádriceps.