Si bien este virus, que se transmite mediante la picadura de mosquitos, alejó de los Juegos Olímpicos a figuras del deporte, en la Villa Olímpica y alrededores no aterroriza a deportistas, directivos, voluntarios y periodistas.
“El Zika es un problema de salud pero como también lo es el Dengue o el Chikungunya. Simplemente hay que tener precauciones, no es letal.
“Este clima los aleja, no resisten el clima frío. No va a ser un problema en los Juegos”, menciona un guardia de seguridad brasileño.
Las bermudas y playeras de manga corta son una constante entre los miles de deportistas que van a disputar la justa deportiva, a pesar de no se apegarse a las recomendaciones preventivas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró conveniente utilizar manga larga y pantalón largo.
En las playas y zonas turísticas no es la excepción.
Cuando empieza a oscurecer, 17:00 horas, los mosquitos se hacen visibles, sobre todo en los alrededores de la Villa, donde hay asentamientos de agua y arbustos. Así como en Riocentro, donde se llevarán a cabo las competencias de boxeo, tenis de mesa, badminton y halterofilia.
Como medida preventiva, alrededor de las 18:00 se fumiga la zona aledaña de la Villa. Y es que el conjunto de 3 mil 604 departamentos de 31 edificios es vecino de la Laguna de Jacarepaguá. Cuando inicien los juegos aquí convivirán casi 18 mil personas. La cifra refiere el tamaño del reto para el programa de prevención sanitaria.
Algunos colegas mexicanos y yo cargamos en nuestras mochilas el repelente que nos entregó la Conade días previos para la cobertura. Apenas notamos la presencia de los insectos y el líquido ya está en nuestros cuerpos.
Durante mi estancia en Río de Janeiro no he encontratado algún cartel o publicidad que alerte sobre este virus.
En caso de que existan, no genera paranoia entre los principales invitados a la máxima fiesta deportiva.