A pesar de que Nueva York es uno de los rincones del planeta con más casos positivos de coronavirus, lor organizadores del US Open confirmaron su intención de celebrar su prestigioso Grand Slam este mismo año, a pesar de la reciente cancelación del Abierto de Washington.
El ATP 500 que sirve como preámbulo para el último major del año se iba a celebrar en la capital de los Estados Unidos, sin embargo, la organización apenas anunció su inminente cancelación debido a los problemas externos que afectan al torneo, como las inseguridades en los viajes internacionales y la creciente preocupación por la salud de la población en territorio estadounidense.
US Open expresó su apoyo al torneo que comenzará el 31 de agosto, pero a pesar del pronunciamiento desde Washington, en Nueva York aseguraron que crearán un entorno "seguro y controlado" que mitigue los riesgos en los jugadores y en todas las personas implicadas para poder realizar el certamen.
"Nuestras medidas han sido aprobadas por el estado de Nueva York y se adaptan a lo requerido por la ciudad de Nueva York y el Gobierno Federal", dijo el US Open en un comunicado.
Antes del que será el segundo Grand Slam del año se disputará en la semana del 22 de agosto el Masters 1000 de Cincinnati en las mismas instalaciones. Cabe mencionar que Nueva York es el estado más afectado por la pandemia y acumula, hasta el momento, más de 400 mil casos de coronavirus y 30 mil muertes.
De los Grand Slams, esta temporada únicamente se pudo jugar el Australian Open, primero de los cuatro que hay en el año calendario del tenis mundial, pues tan pronto se desató la pandemia, tanto Roland Garros como Wimbledon tuvieron que suspender sus eventos. El torneo francés aún mantiene esperanzas de llevarse a cabo, pero el torneo del All England Club se canceló por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
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