La estadounidense Serena Williams, que pasó este sábado a octavos de final del Abierto de Estados Unidos tras derrotar a su compatriota Sloane Stephens, afirmó tras el partido que nunca pensó en poder continuar con su carrera después de haber tenido una hija.
"Nunca pensé que seguiría jugando siendo madre", apuntó Williams después de batir a Stephens en tres sets, tras lo que habló tanto de los aspectos positivos como negativos de esta circunstancia.
El lado bueno, señaló, son las experiencias que habrá vivido su hija, se acuerde de ellas o no, "porque siempre tendrá fotos". Lo negativo: "que no estoy con ella, y eso para mí es duro, porque siempre suelo estar con ella".
También habló de la presión que supone ser una estrella del tenis, lo que le causa estrés adicional.
"Pero como dijo Billie Jean King, la presión es un privilegio, así que no me gustaría que fuera de ninguna otra manera", apuntó la tercera cabeza de serie del torneo, que afirmó que trata de pensar en lo afortunada que es de estar en su situación y de "ser Serena".
Sobre el encuentro de este sábado contra Stephens, que arrancó con un set en su contra, señaló que trató de "permanecer calmada y más serena". "Sabía que era importante para mí seguir intentándolo, seguir hacia delante", aseveró.
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