Pato O’Ward controlaba el futuro de su trayectoria profesional al inicio de la presente temporada de la IndyCar. Si ganaba el campeonato, se creía, tendría probablemente la licencia que necesitaba para mudarse eventualmente a la Fórmula Uno.
En vez de ello, comenzó la primera carrera de la campaña molesto por su contrato con la escudería Arrow McLaren SP. Y en la pista, se notó.
El mexicano fue duodécimo en St.Petersburg. Volvió a Texas como campeón defensor de la carrera y quedó 15to, además de golpear a un miembro del equipo de mecánicos en el camino hacia los pits.
Durante la práctica de la semana pasada en Long Beach, impactó un muro. Prolongó así una racha indeseable de errores en tres fines de semana, lo que ha descarrilado su temporada incluso antes de ponerla realmente en marcha.
Sabiendo que necesitaba distanciarse de sus propias frustraciones, O'Ward remontó para colocarse en el quinto sitio el fin de semana anterior. Fue un resultado más normal para el popular piloto.
“Sé que no es un triunfo, pero hemos tenido un comienzo de año muy complicado. Tomaremos impulso”, dijo O'Ward. “Hay 14 carreras por disputar, así que falta mucho. Pienso que vamos a hacer cosas buenas en las próximas carreras”.
Las expectativas de McLaren eran altas para esta temporada, su primera como dueño mayoritario de la escudería Arrow-McLaren SP. Pero se han topado con predicamentos tanto en la Fórmula Uno como en la IndyCar, justo en momentos en que la reputada organización intenta posicionarse como un equipo destacado en las carreras de monoplazas en Estados Unidos.
La marca McLaren fue reinventada en los últimos años, en torno de pilotos jóvenes, campañas agresivas de marketing y redes sociales, así como contenido que da a los fanáticos un conocimiento más profundo de la escudería, sus miembros y cada fin de semana de carreras.
Los sondeos de los aficionados, tanto en la F1 como en la IndyCar, muestran que McLaren ha tenido éxito en recapturar audiencia. Fue elegida la escudería más popular de la F1, y Lando Norris fue el favorito de las aficionadas y de todos los seguidores de 25 años o más.
En la IndyCar, Arrow McLaren SP empató en el segundo puesto con Andretti Autosport como el segundo equipo más popular. O'Ward es el piloto predilecto entre las votantes.
Así que había expectación sobre la escudería, a nivel nacional e internacional, en el comienzo de este año. Luego, todo comenzó a salir mal.
En la F1, el equipo tuvo problemas hasta que Norris y Daniel Ricciardo finalizaron quinto y sexto respectivamente, la semana pasada en Australia.
O'Ward tuvo un inicio caótico hasta el fin de semana anterior, y Felix Rosenqvist busca consistencia apenas en su segunda temporada con la escudería en la IndyCar. Rosenqvist ganó la primera posición de largada en Texas y arrancó cuarto en Long Beach, pero su mejor resultado en la campaña es el undécimo sitio en esa última carrera.
Y la telenovela de O'Ward ha proyectado una sombra sobre la organización, mientras el jefe de la escudería, Zak Brown, planea el futuro. Por ahora, reconoce que O'Ward tiene un contrato con términos favorables para el equipo hasta 2024.
Brown ofreció al mexicano un nuevo convenio, pero O'Ward no lo ha aceptado. Tampoco quiso firmar un contrato idéntico al suscrito por Colton Herta para probar los autos de McLaren en la F1.
O'Ward, quien cumplirá 23 años el mes próximo, quiere desesperadamente unirse a la F1 y busca un alza salarial que lo coloque a la par de los principales pilotos de la IndyCar. Si McLaren no le da eso, entonces el piloto quiere mudarse a otro equipo de la IndyCar que pueda llevarlo a un cetro.
Incluso si recibe otra oferta, Brown sólo tiene que equipararla al 75 por ciento para retener a O'Ward. Y es ahí donde quiere a su piloto —ganando carreras, peleando por un título y ayudando a reforzar la marca de McLaren en Estados Unidos y México.
Para hacerlo, Brown dijo que O'Ward necesita “ayudar a que seamos más consistentes y viceversa, lo mismo que hemos visto con Lando en la Fórmula Uno”.
“Sólo tiene que seguir madurando como piloto”, dijo Brown. “Todos sabemos que es tan rápido como el mejor en la parrilla. Ahora se trata de nosotros. Él y Félix tienen que trabajar juntos para elevar nuestro promedio en los resultados. Y depende de todos lograrlo como un equipo”.
