De Tuxpan, Nayarit a La Higuerita, Sinaloa hay unos 430 kilómetros de distancia que recorren el borde del Océano Pacífico. Pero un poco más arriba en el mapa, cruzando la frontera, es donde se acortan y convergen las distancias en una misma pasión gracias a Julio Urías y Víctor González, quienes ondearon la Bandera de México en lo más alto durante la pasada Serie Mundial y ahora trazan sus sueños apuntando a la bóveda celeste, donde anhelan escribir sus nombres entre las estrellas.
El pasado 27 de octubre de 2020, Urías se adjudicó el salvamento en el Juego 6 ante los Rays, minutos después de que González se hiciera merecedor del triunfo y así, los dos mejores amigos de la novena de los Dodgers miraron su reflejo en los ojos cristalinos del otro después de ayudar a poner fin a una racha de 32 años sin títulos. Ahora, una nueva temporada se asoma en el horizonte y ambos saben que las mieles de la gloria se saborean solo después de merecerlo.
“Muy buen cierre de temporada tuvimos. Era algo que nos venía complicando un poco, las cosas que se hablaban que no podíamos ganar la última serie, veníamos cayendo varios años atrás pero poderlo lograr como equipo fue muy bueno. En lo personal da satisfacción poner ese granito de arena y qué bendición estar juntos los dos (González y Urías), llegar en 2012 juntos en Ligas Menores y pitchar en Serie Mundial es muy bonito e importante para los dos como personas”, dijo el sinaloense en videoconferencia.
“Creo que el año pasado y este año estamos fuertes. Igual que el año pasado, venimos haciendo nuestro trabajo para llegar al mismo objetivo que es mantenernos unidos igual que el año pasado para obtener los mismos resultados. Del año pasado a este estamos igual de fuertes”, advirtió el nayarita.
Ninguno de los dos perdió un solo juego en 2020 y finalizaron la temporada con idéntica marca de 3-0. Aunque se trató de una campaña reducida a solo 60 juegos, por lo que de vuelta a la normalidad en este 2021 de 162 encuentros, las probabilidades de cometer errores aumentarán considerablemente, por lo que saber manejar la presión y aprender a levantarse serán fundamentales.
“Es parte de, el beisbol es de momentos y pues de los malos momentos nadie nos salvamos, los buenos hay que aprovecharlos al máximo y seguir haciendo nuestro trabajo. Cuando subo a la loma es lo que trato de hacer, la temporada es más larga, hay más innings y es mantenernos enfocados y cada que toque la oportunidad aprovecharla, es la mentalidad que traigo. Estoy listo para la próxima salida y ya lo que decidan ellos (sobre su rol en la rotación)”, comentó el culichi de 24 años.
“No tiene que haber presión, sino tener la misma mentalidad. Es tener el mismo objetivo como todos los años, para todos los equipos es salir a buscar la Serie Mundial y ganarla, no hay presión, Es tener siempre en mente que siempre va a haber días buenos y malos, gracias a Dios no llegó la primera derrota el año pasado pero va a llegar rachas malas, es salir de ellas y estar preparado para todo”, agregó el nayarita de 25 años.
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