En el valle incrustado entre la sierra de Amozoc y las faldas meridionales del volcán La Malinche, la Fórmula E encontró tierra fértil para sembrar una semilla de esperanza en medio de la pandemia que sacudió los cimientos de su campeonato. Más de un año después de la última carrera en el Autódromo Hermanos Rodríguez, el serial eléctrico de la FIA regresará a México para generar conciencia sobre los efectos del cambio climático, esta vez en Puebla, donde por primera vez en 476 días habrá público en las tribunas de un ePrix.
Ubicado a unos 140 kilómetros del inmueble de la Magdalena Mixhuca, un reconfigurado Autódromo Miguel E. Abed —que tendrá algunos tramos callejeros— será la sede emergente de esta doble carrera improvisada el 19 y 20 de junio para contrarrestar los efectos del coronavirus, por lo que el país azteca tendrá un ePrix de Fórmula E por sexto año consecutivo, por lo que después del fin de semana próximo, se habrá completado la histórica cifra de siete carreras al ser una fecha doble en territorio poblano.
“Tuvimos la suerte de que hicimos la carrera en febrero y justo la pandemia estalló en marzo. Lo que sí que hemos tenido es tener que retrasar la de este año, en lugar de hacerla en febrero la estamos haciendo junio pero afortunadamente no tuvimos un año blanco en México y eso dice mucho lo querido y lo importante que es México para el campeonato”, dice a RÉCORD Álvaro Buenaventura, director Latinomérica de la Formula E.
“El circuito de Amozoc es corto, diseñado para óvalo de NASCAR, aunque tiene un infield muy interesante; lo que hemos tratado es de convertir un circuito permanente diseñado para NASCAR en un circuito de Fórmula E lo más urbano posible. Lo que sí que hemos logrado con mucho esfuerzo es que sea la primera carrera que abre al público durante de la pandemia”, añade.
La Ciudad de México recién pintó su semáforo epidemiológico a verde la semana pasada, lo que permite la realización de eventos masivos con las debidas medidas preventivas para evitar la propagación del COVID-19, sin embargo, la decisión de migrar el ePrix a Puebla se tomó mucho antes, sobre todo, por la necesidad de experimentar con una nueva sede que desde el inicio del vínculo entre el país y la categoría había sido sondeada.
“Sigue siendo nuestra fecha favorita en el calendario y por motivos de COVID este año tienen en el Autódromo Hermanos Rodríguez instalado un hospital y eso nos hizo explorar otras opciones y gracias a la pandemia hemos aterrizado en Puebla y estamos encantados. Puebla siempre ha estado entre las tres ciudades prioritarias para correr en México, tiene al final una tradición automovilística importante, recordemos que aquí está la fábrica de Volkswagen más grande del continente con marcas dentro del campeonato como Audi, como Porsche”, afirma el directivo.
Puebla es la tercera ciudad más contaminada del país y la sexta de todo Latinoamérica. Es por eso que la Fórmula E le puso especial atención en congruencia con su discurso que busca concientizar a la comunidad y los gobiernos de generar un cambio por el bien del planeta.
“En las ciudades en las que hemos corrido durante los últimos años —con toda la lógica del mundo—, son ciudades más contaminadas del mundo. Santiago de Chile en cuanto llegas te impresiona la contaminación que tiene, ciudades como Beijing fue de las primeras en apostar por tener Fórmula E”, explica Álvaro Buenaventura, director Latinomérica de la Formula E.
El 58.9% de la población de la entidad poblana vive en situación de pobreza, es decir, 3 millones 763 mil 700 personas, aproximadamente. El porcentaje de pobreza en Puebla es 17.0 puntos porcentuales mayor que el porcentaje nacional (41.9%), por lo que el discurso sustentable de la Fórmula E va enfocado a la industria buscando concientizar de paso a la sociedad.
“Creo que es un claro mensaje del público, de los gobiernos de decir ‘tenemos un problema, debemos empezar a concienciar desde todo tipo de estratos de la sociedad, socioeconómicos. Fórmula E es una plataforma deportiva que manda mensajes de sustentabilidad, tecnología, para cambiar ese chip y que la electromovilidad penetre en la sociedad más rápido”, analiza.
A lo largo de este año, siete carreras se han realizado en la Fórmula E. Todas ellas bajo los más estrictos protocolos de seguridad dentro de una burbuja de aislamiento, misma que llegará a Puebla donde por primera vez habrá aficionados presentes.
“Hemos hecho varios eventos con burbuja completamente hermética, nosotros viajamos con un laboratorio para todos los asistentes de fuera del país y cuando entran al país se hacen un test, se meten en cuarentena, si dan negativo se meten en la burbuja que no salen hasta que abandonan el país y la burbuja es autódromo y hotel”, explica Buenaventura.
“Todas las medidas de distanciamiento, mascarilla, gel, cartas responsabas para que la gente confirme que no ha estado en cercanía o contacto con gente con síntomas y así lo vamos a manejar, estamos llenándolo a 30% de capacidad, aire libre, sin zonas de comida para que no haya aglomeraciones, que no haya cola y estamos dando pack lunch para invitar a los asistentes a almorzar algo durante la carrera”, agrega.
El ePrix de Puebla tiene solamente un año de contrato con la Fórmula E, pero no se cierran las puertas a futuras carreras en Amozoc.
“Ahora es muy difícil hacer planes a largo plazo, pero sin duda. Sí nos gustaría ver si hay interés del sector privado y público en Puebla para seguir trayendo la carrera e incluso rescatar la idea de poder hacer un circuito callejero y volver a Ciudad de México también está en los planes”, afirma Buenaventura.
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