Novak Djokovic apretó la mano de Stefanos Tsitsipas para luego extender los brazos al cielo con una sonrisa que iluminó el cielo parisino. Hace exactamente una década, el serbio necesitaba 15 majors para igualar a Roger Federer como el máximo ganador de todos los tiempos, pero ahora, la meta ya ni siquiera apunta a conquistar un único cetro para igualar los 20 del suizo y de Rafael Nadal, pues en su mejor momento, Nole podría terminar el año superándolos y como el único en la historia con un Golden Slam.
Mientras los románticos apelan a la revolución estética del juego de Federer y los más ortodoxos presumen la tenacidad de Nadal en el debate sobre quién es el mejor tenista de la historia, ‘El Djoker’ ha conseguido en Roland Garros su título 19 de Grand Slam para convertirse con su proeza en el polvo de ladrillo parisino, en el primer tenista en ganar todos los torneos de Grand Slam en al menos dos ocasiones en la Era Abierta (que comenzó en 1968) toda vez que previo a este nuevo periodo open lo habían logrado los australianos Roy Emerson y Rod Laver. Y así, su maquiavélica amenaza por erigirse como el más laureado del ‘Big 3’ es una pesadilla a punto de convertirse en realidad.
Con Wimbledon a la vuelta de la esquina, US Open a la vista en el tramo final del calendario y los Juegos Olímpicos a punto de por fin realizarse un año de su postergación por la pandemia, el número 1 del mundo tiene la mesa puesta para darse el festín más grande que jamás se haya servido un jugador de la ATP, pues ningún tenista en la rama masculina ha podido ganar en un mismo año los cuatro cetros major y la medalla de oro olímpico, siendo Steffi Graf la única persona en la historia en conseguirlo.
Tras destronar al manacorí en su hábitat natural y donde acumula 13 de sus 20 majors y con Federer en medio de una prolongada sequía de más de tres años sin un Grand Slam (ganó por última vez un título de esta magnitud en el Australian Open del 2018) Djokovic aparece con sus 34 años (mientras que Federer tiene 39 y Nadal, 35) como el más joven del ‘Big 3’ y en mejor momento para intentar la proeza más grande del deporte blanco.
Djokovic se coronó como campeón de Roland Garros, al vencer a Tsitsipas por parciales de 6-7, 2-6, 6-3, 6-2 y 6-4 en cuatro horas y 11 minutos de juego. Lo logró después de que debiera remontar dos sets de desventaja para consagrarse en la Philippe Chatrier y quedar así a un paso del límite que demarca la eternidad.
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