La escultural norteamericana, Paige Spiranac, ha causado polémica por ser designada como presentadora del torneo Clásico del Desierto de Dubái, rol que había sido jugado durante cuarenta años por Ivor Robson, un sobrio presentador que aunció su retiro el torneo pasado.
No a todos les ha gustado la idea de que ocupe un lugar protagónico en dicho certamen golfístico. Lo preocupante es que esta semana, en su regreso a Dubái, recibió hasta amenazas de muerte.
Otros piensan que no tiene la capacidad deportiva suficiente para competir en un circuito profesional de golf, y que su sitio lo consiguió debido a su belleza o fama en Instagram. No es para menos: ya le apodan la Kournikova, famosa extenista y modelo, de este deporte.
Spiranac ha afrontado las criticas, al declarar que su misión es romper esquemas en el golf. Lo hace principalmente con sus atuendos, pues a diferencia del tradicional pantalón y la camisa polo, ella decidió usar ropa ajustada, amplios escotes y llamativas minifaldas a la hora de intentar hacer hoyo en uno.
