El 2021 le demostró a la doble medallista olímpica, Alejandra Orozco, lo fuerte, resiliente y talentosa que es dentro y fuera de la fosa de clavados.
“Me enseñó que el trabajo duro siempre tendrá frutos, siempre llegarás al objetivo, tarde o temprano, que esa semilla o ese esfuerzo vale la pena y, sobre todo, el disfrutar, el vivir, el estar presente, el vivir el momento vale mucho la pena, se disfruta mucho mejor.
“Varios años atrás no dimensionaba o no quería darme cuenta de dónde estaba verdaderamente parada, de quién era Alejandra Orozco y qué estaba haciendo Alejandra Orozco y creo que todo este 2021 lo sentí, lo viví, lo demostré y, sobre todo, me lo demostré, me lo dije y todo salió bien. Me quedo con esa nueva herramienta de estar presente, de darlo todo y de la adaptación”, platicó Orozco en entrevista con RÉCORD.
Rumbo a los Juegos Olímpicos Tokio 2020, Ale enfrentó el fallecimiento del entrenador de su compañera Gabriela Agúndez (Yuniesky Hernández), la incertidumbre por el aplazamiento de la máxima justa deportiva, el incendio del gimnasio de clavados en el Code Jalisco, y venció el Covid-19. Obstáculos que la llenaron de madurez y fortaleza para conquistar, con Gaby, la medalla de bronce en la plataforma de 10 metros sincronizados.
“La verdad estoy contenta, creo que cerré el año de la mejor manera, cumpliendo mi sueño, llegando a mi segunda medalla olímpica, nueve años después, nueve años que me costó mucho trabajo ir con todo este proyecto distinto. Mi historia al revés, yendo competencia por competencia y trayendo siempre esta autoexigencia o compromiso de que ya había sido medallista olímpica y lo quería volver a hacer.
“El poder culminar con este sueño, con este objetivo en un año complicado, un año después de la pandemia, un año después de lo previsto, pero haber superado y haber ido contra todo y por todo valió la pena”, mencionó la clavadista de 24 años de edad.