El púgil mexicano, Lindolfo Delgado, quien hará su debut olímpico este sábado en los Juegos de Río 2016 en la categoría de 60 kilogramos, se declaró preparado para consagrarse como uno de los mejores del mundo.
"A los cuatro años me estaba peleando con mi hermanito en el jardín y mi papá vio que le metí un golpe a mi hermano, bien dado. Le metí una recta en el cachete con la mano cerrada como boxeador y dijo 'qué tal que si lo empiezo a entrenar" y lo hizo.
"A los nueve años hice mi primera pelea y desde ahí me fue yendo muy bien y seguí adelante", recordó Lindolfo en entrevista con RÉCORD.
El oriundo de Linares, Nuevo León, tuvo que dejar a su familia para pulir su técnica en Cuba con un entrenador que es amigo de su padre. Ahí estudió segundo y tercero de secundaria.
"Para mí fue una experiencia muy bonita, la cultura y más que nada la técnica cubana me ayudó mucho en mis bases como boxeador y ahorita me ha ayudado bastante por toda la experiencia que agarré allá para ir a unos Juegos Olímpicos", mencionó el boxeador de 21 años de edad.
Delgado, quien suma en su carrera deportiva 164 combates de los cuales 145 ha ganado y 19 perdido, ganó su pase a la máxima justa deportiva en el Preolímpico de Venezuela, su competencia más importante, aseguró, hasta este momento.
Mientras que la Plata en Toronto 2015 tuvo un sabor agridulce pues fue un duro golpe no subir a los alto del podio.
Delgado es el primer boxeador mexicano que entrará en acción en Río 2016, donde se busca regresar al podio tras 16 años de ausencia.
Esta mañana el regio de 21 años de edad se medirá frente el italiano Carmine Tommasone, de 32.
"Sueño con estar en el podio en Río de Janeiro, con ser campeón olímpico. Eso lo he soñado desde niño y creo que trabajando fuerte todo se puede lograr", enfatizó Lindolfo, tercer lugar en la Serie Mundial de Boxeo 2016.