Cuando Germán Sánchez estaba parado sobre la plataforma, antes del último clavado que podía darle su segunda medalla olímpica, él no pensaba en eso. En esos momentos, lo único que pasaba por su mente era divertirse y disfrutar.
El clavadista tapatío visitó la redacción de RÉCORD y compartió que para ganar la plata no hubo mayor secreto que hacer lo que prácticamente toda su vida ha hecho: saltar por diversión.
“Sólo me solté. Volvió ese niño que no le importaba ganar una medalla porque ni siquiera era el favorito. En esa Final disfruté como cuando empezaba en los clavados. Todo, el estar parado, estar ahí en ese lugar disfrutando”, dijo Germán Sánchez, quien en algún momento llegó a perder esa alegría al saltar desde la plataforma de 10 metros.
“Hubo un momento en el que a lo mejor lo hacía por hacerlo, por cumplir, por trabajo; eso fue un momento en el que me costaban trabajo las cosas, nunca debió haber cambiado la etapa de niño, que lo hacía por disfrutar, por
divertirme, porque me gustan. De un tiempo para acá empecé a llegar a ese nivel otra vez”, agregó.
Aquejado por las lesiones durante estos cuatro años, hubo momentos en los que pensó que tal vez parar era la mejor opción.
“Llegaron a haber días donde sí pensé eso (parar), pero ahí es donde tengo una gran familia, un gran equipo que me decía: ‘tú tienes para más’; mi entrenador, mis compañeros me sacaron adelante. No imaginé que todo eso pudiera rendir este fruto", comentó mientras señalaba su presea plateada, la cual ganó en la plataforma de 10m individual de Río 2016.
Con su segunda medalla de argento en Juegos Olímpicos, Germán sueña con más y confía en poder estar en Tokio, buscando una tercera presea.
“Yo creo que arreglando lo que tenga que arreglar, más la motivación que tengo, puede irme mejor en Tokio”, vaticinó el clavadista mexicano.