Un grave error en el protocolo de inicio del partido entre México y Alemania fue el que se cometió pues los organizadores en lugar de poner primero el himno alemán, por ser el visitante administrativo, pusieron el mexicano.
El fallo fue evidente cuando los seleccionados teutones, que esperaban escuchar sus estrofas, mostraron cierto desconcierto.
Pese al error, la ceremonia transcurrió sin mayores contratiempos.