El nadador estadounidense Michael Phelps conquistó su medalla número 28 en los Juegos Olímpicos y se despidió satisfecho de Río 2016.
"Ser capaz de ganar cinco medallas de oro y una de plata en los Juegos Olímpicos, no hay mejor forma de terminar una carrera", dijo Phelps en la casa de Omega en Río de Janeiro, donde fue homenajeado tras su triunfo en los Juegos.
El 'Tiburón de Baltimore' admitió que estaba especialmente emocionado cuando subió al podio por última vez en estos Juegos.
"Creo que pensaba que iba a ser mi última vez. Éste era mi último encuentro, mi último entrenamiento, mi última competición. Eso es lo que me pasaba por la cabeza todo el tiempo y se me venían imágenes de mi carrera de nadador durante los últimos 24 años. Eso hizo que me emocionara", comentó.
"Es algo que no tuve en Londres y por esto la gente no cree que no vaya a volver, pero ya está todo hecho", afirmó Phelps.
El medallista olímpico señaló que su mejor recuerdo de Río son los 200 mariposa porque "ha sido una de las mejores carreras de mi vida".
El Tiburón de Baltimore se lleva de Río de Janeiro las medallas de oro en las pruebas de 200m mariposa, 200m estilos y los relevos 4x100, 4x200 libre, 4x100 estilos, y plata en los 100m mariposa.
"No creo, sinceramente, que algo hubiera podido salir mejor en estos Juegos Olímpicos, es un sueño que se ha hecho realidad", insistió Phelps, quien por pimera vez en su carrera fue capitán del equipo de natación estadounidense.
A partir de ahora, fuera de las competiciones olímpicas, Phelps, de 31 años, está dispuesto a seguir trabajando y cuidándose, convencido de que no echará de menos ni el entrenamiento ni madrugar y de que podrá enfocarse en su papel recién estrenado de padre: "La paternidad es la mejor cosa que habría soñado tener".