Simone Biles reapareció este miércoles en el gimnasio Ariake de Tokio, en el que el martes abandonó la Final por equipos, para asistir a la Final individual masculina y animar a sus compañeros Sam Mikulak y Brody Malone.
Biles, que tampoco participará el jueves en la final individual femenina, en la que partía como favorita, se dejó ver relajada y charlando con otra miembro de su selección, McKayla Skinner.
La ganadora de cinco medallas, cuatro de ellas de oro, en Río 2016, se mostró insegura el domingo en la ronda de clasificación y el martes, en la final femenina por equipos, solo hizo el ejercicio de salto, sin poder ejecutar el que tenía pensado, y luego se retiró.
Ella misma declaró que se sentía presionada y que los deportistas debían cuidar su cuerpo y su mente, por delante de la competición.