La australiana Ariarne Titmus dio un nuevo paso para coronarse como la "reina" de la natación de los Juegos Olímpicos tras lograr su segundo oro en la capital japonesa en la Final de los 200 metros libres en la que volvió a derrotar a la estadounidense Katie Ledecky.
La norteamericana, campeona hace cinco años en Río, ni siquiera consiguió subir al podio, tras concluir con un tiempo de 1:55.21 en la quinta posición a más de un segundo y medio, 1.71, de Titmus, que estableció un nuevo récord olímpico con una marca de 1:53.50 minutos.
Ledecky, que este año contaba con una mejor marca de 1:54.40, nunca pareció en disposición de poder pelear por el podio, tras el fulgurante ritmo que pusieron desde el inicio a la prueba la canadiense Penny Oleksiak y, sobre todo, la hongkonesa Siobhan Haughey.
Titmus, que cumplirá 21 años el próximo mes de septiembre, adornó su medalla de oro con un nuevo récord olímpico tras rebajar en 11 centésimas la anterior plusmarca olímpica en posesión de la estadounidense Allison Schmitt con un tiempo de 1:53.61 desde los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Por su parte, la hongkonesa Siobhan Haughey, que logró subir al podio que se le escapó en los últimos Mundiales, se colgó la medalla de plata con una marca de 1:53,92 minutos, nuevo récord de Asia. Ochenta centésimas más rápida que la canadiense Penny Oleksiak, campeona en Río de los 100 libre, que ocupó el tercer escalón del podio con un tiempo de 1:54.70 minutos.
Ariarne Titmus intentará un nuevo podio en la prueba de los 800 libres, donde a diferencia de los 200 la estadounidense Katie Ledecky partirá como la clara favorita para colgarse el oro.