Por récord, no hay duda, el equipo más dominante en lo que va de la temporada de la NFL son los Eagles de Filadelfia, con una marca de 10 partidos ganados y sólo un perdido; sin embargo, esta tarde enfrentarán su mayor reto hasta el momento: los Seahawks de Seattle, franquicia que puede bajarlos de su ‘nube’ y comenzar con las turbulencias en la campaña.
Si bien es cierto que el tener sólo un descalabro hasta la Semana 13 es un gran logro, es una realidad que el equipo de Doug Pederson ha sabido aprovechar que los rivales a los que venció llegaron, en su mayoría, en mal momento o con récord negativo, siendo los Panthers de Carolina y los Chiefs de Kansas City las excepciones, pero con el segundo sufrieron
su única derrota.
Ahora, las Águilas tienen en sus manos la posibilidad de comenzar a despejar dudas y demostrar que realmente tienen lo necesario para llegar al Super Bowl LII y que no se quedarán solamente en una promesa, ya que enfrentar a los Halcones Marinos en calidad de visitante es una de las pruebas más complicadas que cualquier equipo de la Liga puede tener debido al gran ambiente que se respira en el CenturyLink Field y por la hostilidad que se desata cuando la ofensiva rival se encuentra en labores de trabajo.
Además, si los de Filadelfia ganan estarían asegurando el campeonato de la División Este de la Conferencia Nacional, lo que les permitiría planear con más cuidado su próxima participación en la Postemporada.
Para Seattle, la victoria es prácticamente obligatoria, ya que los Rams de Los Angeles están teniendo una temporada de ensueño y se han convertido en los líderes de la División Oeste de la NFC.
Además, si los Seahawks comienzan a cosechar derrotas, la posibilidad de avanzar a Playoffs como campeones divisionales podría comenzar a esfumarse, sumado a que la lucha por el comodín en la Nacional está muy fuerte y que, de hecho, si en este momento acabara la campaña, estarían eliminados, consumando un tropiezo que no se tenía calculado al inicio de la presente temporada y que tratarán de evitar a toda costa