Cuando Ben Roethlisberger se lesionó y quedó marginado el año pasado, los Ravens sacaron provecho para barrer a los Steelers en los dos choques divisionales. Pero ahora, Pittsburgh está con marca de 6-0 y Baltimore 5-1, y la historia de dos equipos destinados a coexistir en la misma división pese a su profundo recelo como Jennifer Aniston y Vince Vaughn en Viviendo con mi ex, promete un nuevo pleito solo apto para psicólogos acostumbrados a dar terapia de pareja.
Como buena relación tóxica, Steelers y Ravens tienen una rivalidad sumamente pareja, con 25 triunfos para Pittsburgh y 23 para Baltimore desde que en 1996. Tan balanceada que en 18 de sus últimos 24 enfrentamientos en la temporada regular desde 2008 —el 75 por ciento de ellos— se han decidido por siete puntos o menos, incluyendo 14 —el 58%— por tres puntos o menos.
Los Steelers tienen su mejor arranque de temporada desde 1979 cuando iniciaron con marca de 7-0, por lo que de vencer a los Ravens de Lamar Jackson igualarían dicho histórico registro. Desde que el MVP de la temporada 2019 es titular en la ofensiva emplumada, Baltimore ganó sus dos partidos frente al equipo seis veces ganador del Super Bowl, algo que ‘Big Ben’ intenta revertir a toda costa.
Roethlisberger tiene cuatro victorias en sus últimos cinco inicios ante los Ravens, aunque nunca se ha enfrentado a Jackson. Baltimore llega al compromiso como el octavo mejor ataque con 29.8 puntos por encuentro esta temporada y 32.3 desde el inicio de la campaña 2019. De la mano de Lamar, el equipo de John Harbaugh presume a la mejor ofensiva terrestre de la NFL con 164.3 yardas.
Pero enfrente están unos Steelers que han dado un cambio radical desde 2019 gracias a la reaparición del veterano quarterback para darle al equipo un ataque a la altura de su feroz defensiva. Pittsburgh llega al cotejo con la sexta mejor defensiva y la segunda contra la carrera con 68.8 yardas en la liga.
En la historia, Harbaugh y Mike Tomlin tienen una rivalidad de 25 juegos que se ubicará después del juego de hoy como el tercero más frecuente detrás de los 48 en los que chocaron los legendarios George Halas de los Chicago Bears y Curly Lambeau de Green Bay Packers entre las décadas de los años 20 y 50, y los 28 entre Lambeau y Steve Owen New York Giants en la misma época. Como si le faltara un poco más de resentimiento a este duelo.
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