Los 49ers atraviesan uno de los momentos cumbre de su historia, en la víspera de disputar su séptimo Super Bowl en el que intentarán conseguir su sexto anillo de campeonato y con la noticia de que se convertirán en el único equipo del área de la Bahía debido a la mudanza de los Raiders de Oakland a Las Vegas, hecho que -por si fuera poco- es un viejo amuleto que les trajo buena suerte en el pasado.
Los Raiders, viejos enemigos de los Niners debido a la histórica cercanía entre ambos vecinos en la Bahía, dejan en solitario a San Francisco para reinar como el único equipo de la Costa Oeste entre Seattle y Los Ángeles. Será la tercera mudanza de la franquicia negro y plata, pero primero fuera de California.
Pero aunque existe una añeja rivalidad entre ambos conjuntos, los cambios de hogar de la franquicia de Mark Davis, han servido como un buen presagio para los 49ers, que en las dos ocasiones previas que la Raider Nation vio a su equipo fugarse a otra sede, San Francisco resultó Campeón del Super Bowl.
Fue en la temporada 1981 cuando comenzó esta tendencia que ahora ilusiona a los aficionados al equipo cinco veces monarca de la NFL. Los Raiders disputaron esa campaña como locales en Oakland y anunciaron su mudanza a Los Ángeles para la siguiente. San Francisco terminó por proclamarse ganador del Vince Lombardi en el Super Bowl XVI, sin imaginar que años más tarde, esa coincidencia se repetiría.
Los Malosos diputaron su última temporada en la ciudad angelina hace 25 años para emprender su regreso a Oakland. Coincidentemente, en el Super Bowl de esa campaña, los 49ers volvieron a imponerse, esta vez ante los Chargers, para convertirse en el primer equipo -hasta ese momento- en presumir de cinco anillos de campeonato.
Ahora, los Niners se medirán ante los Kansas City Chiefs por el cetro del Super Bowl LIV, durante la misma temporada en que Raiders anunciaron su salida del área de la Bahía hacia Las Vegas. Una casualidad que podría inspirar al equipo de Kyle Shanahan en busca de obtener el sexto título de la franquicia y colocarla a la par de Pittsburgh Steelers y New England Patriots, máximos ganadores del Juego Grande en la historia con seis coronas.
Y de paso, un eventual triunfo de los Niners ante los dirigidos por Andy Reid podría ser el imán para atraer a una afición que quedará huérfana, al ver a su equipo partir a más de 900 kilómetros de distancia de casa.