Una vez más los Falcons se minimizaron ante la figura de los Patriots, quienes consiguieron su séptima victoria consecutiva (incluyendo Playoffs) en contra de la franquicia de Atlanta por blanqueada. La defensiva de Bill Belichick ridiculizó el accionar de Matt Ryan con cuatro capturas y dos intercepciones en una noche de pesadilla para el veterano quarterback que terminó viendo el encuentro desde la banca.
La baja de Cordarrelle Patterson previo al encuentro debido a un problema en uno de sus tobillos obligó a Arthur Smith a improvisar un plan de juego a dos horas del kickoffs. La ausencia de su corredor marcó la tónica de una ofensiva que lució apagada en casa, lo que fue aprovechado por los Pats para enviar un mensaje al resto de sus oponentes y la Conferencia Americana de cara al cierre de campaña.
La defensiva de New England apenas permitió 160 yardas totales a la ofensiva de los Falcons e interceptaron al menos una vez a los tres quarterbacks que vieron acción por el conjunto de Atlanta (Matt Ryan, Josh Rosen y Feleipe Franks). Los Patriots se colocaron de manera momentánea como líderes en intercepciones en toda la NFL con 18 en su cuenta tras una noche de regalos por parte de los mariscales de campo rivales.
La labor de Mac Jones se limitó a aprovechar las oportunidades que le dejaban en bandeja de plata sus compañeros del otro lado del ovoide. El egresado de Alabama lanzó para 207 yardas, un pase de anotación y una intercepción. Jones se convirtió en el primer mariscal de campo novato de los Patriots en hilar cinco victorias y al momento tiene más triunfos (7) que el resto de pasadores de primer año en la campaña (5).
De esta manera los Falcons sufrieron su primera blanqueada en casa desde la Semana 6 de la temporada de 1988 cuando perdieron 33-0 ante los Rams en el Atlanta-Fulton County Stadium, el que era el hogar de los emplumados en aquella época.
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