Una de las tantas historias que guarda el regreso de Tom Brady a Nueva Inglaterra es el reencuentro que tenga con Bill Belichick. Juntos ganaron prácticamente todo y de la mano, se hicieron de los mejores en la historia de la NFL en su respectiva posición.
La relación se gestó en el 2000, justo el primer año de Belichick con los Patriots. Junto a los demás directivos decidieron seleccionar a Tom Brady en la posición 199 del Draft con la intención de ser el backup de Drew Bledsoe.
Su primera campaña la pasó en la banca, pero en 2001 tras la lesión de Bledsoe, tomó las riendas del equipo e inmediatamente llevó a los Patriots al Super Bowl XXXVI donde vencieron a los Rams.
Desde entones la relación entre estos dos hombres se caracterizó por su deseo mutuo de ganar y así fue.
Nunca tuvieron una temporada perdedora, solo una vez juntos no llegaron a Postemporada y eso ocurrió en 2002. Recordar que en 2008 tampoco se obtuvo la clasificación, pero ese año Brady solo jugó el primer partido ya que se perdió toda la campaña por lesión.
Las 219 victorias en temporada regular que cosecharon entre ambos son la mayor cantidad de una pareja quarterback-head coach en todos los tiempos. También ganaron 30 juegos de Playoffs juntos, más del doble que el siguiente mejor dúo.
La relación, dicen los más cercanos, se comenzó a desgastar y aunque los viajes y victorias en el Super Bowl no cesaban, se rumoró que Belichick ya no deseaba tener a Brady y que junto con el dueño Robert Kraft contemplaban rejuvenecer la posición de pasador.
No fue sino para 2020 que Brady puso punto final a su carrera con los Patriots y pese a que los rumores entre los medios de comunicación en Estados Unidos afirman que entre Tom y Bill existe cierta aversión, seguro no faltará el abrazo entre ambos, el mismo que se produce cuando el hijo ve al padre en su regreso a casa.
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